AYUNA Y LLÉNATE DEL AMOR DE DIOS

Ayuna de juzgar a otros; descubre a Cristo que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento; llénate de gratitud.
Ayuna de enojos; llénate de paciencia.

Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura; llénate de perdón.

Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en la propagación del Reino.
Ayuna de desaliento; llénate del entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús; llénate de todo lo que a El te acerque.

El ayuno tiene como objetivo vaciar nuestro corazón para llenarlo de algo mas valioso. Es una necesaria limpieza del alma para atener la grandeza para la que Dios nos ha creado. Ayunar no significa aguantar hambre, es ofrecer a  Dios un sacrificion convertido en amor, consiste en hacer algo que te cueste a ti hacer.

El ayuno mas hermoso es en el que esta basado toda la palabra de Dios, y consiste en el amor, pero no el amor carnal, sino el Amor Divino, de ese amor que se desprende del Amor y la MIsericordia de Dios, donde compartimos con los que estan mas alejados, y con los que han sido despreciados.  

El mejor ayuno en estos tiempos es reconciliarse con el hermano al que insultamos, es aceptar su perdon y apoyarle en sus necesidades.  

El mejor ayuno que podemos ofrecer en estos tiempos de cuaresmas es volver los ojos a Dios amando al projimo y perdonando de corazon al que nos hizo daño, no hay mas sacrificio de amor que este, el perdon a nuestros enemigos.

Vivamos esta y siempre cuaresma con mucho respeto hacia las cosas sagradas, con amor y humildad y compartamos nuestros conocimientos a quien es ignorante, al que no sabe, no pensemos en nosotros, aprendamos a compartir todo lo que Dios nos enseña.

QUIEN COMO DIOS, NADIE COMO DIOS!