El artista
¿Cuál es la perspectiva que sirve para fortalecer e inspirar a la persona a enfrentar los inevitables desafíos y fortuitos fracasos de la vida? A través de las enseñanzas del Rebe, podemos encontrar una respuesta, incluso de la habilidad de un artista...

La cualidad esencial del artista es su habilidad para abstraerse de la apariencia superficial de la imagen con la cual está trabajando. Debe poder penetrar en la verdadera esencia del objeto y traducir su impresión en un dibujo con dimensiones físicas.
Dicha producción artística revela al observador aquello que no podría percibir por cuenta propia, una esencia que estaba oculta debajo de las capas superficiales. Sólo un artista tiene la habilidad de revelar la dimensión interior de un objeto, posibilitándole al observador percibirla con una perspectiva diferente, y darse cuenta de las limitaciones de su perspectiva anterior.
En otras palabras, quien está dotado de talento en el terreno de la escultura, la pintura u otras áreas artísticas, tiene el privilegio de poder transformar objetos inanimados (como la pintura, el pincel y el lienzo) en una forma con vida. En un sentido más profundo, esto implica la habilidad de tranformar lo material en espiritual (en especial cuanto se trata de captar a seres vivos). Dicha transformación concreta su máximo potencial cuando se emplea el medio artístico para expresar ideas que reflejan la Torá y las mitzvot.
Este análisis está estrechamente relacionado con una de las características claves de las aspiraciones espirituales del judío. Como se explica en las enseñanzas esotéricas de la Torá (Tania, Shaar HaIjud VehaEmuná, cap I y ss) todo el universo constantemente emana de, y está sostenido por; la palabra Divina. No obstante, debido al proceso de ocultamiento Divino, Su palabra está encubierta y sólo se percibe la dimensión material.
Por lo tanto, el desafío (así como la meta) consiste en lograr ser consciente de la Divinidad existente en cada objeto y, en el proceso, minimizar el ocultamiento de la realidad Divina de la existencia. Debemos tomar precauciones para no permitir que los asuntos superficiales nos distraigan del verdadero propósito de nuestra creación.
Aun cuando nos encontremos ante momentos y pruebas difíciles en la vida, debemos verlos como vehículos que sirven para expresar nuestro potencial y que nos asisten en nuestro crecimiento espiritual.
El hecho de tener dicha perspectiva en mente sirve para fortalecer e inspirar a la persona a enfrentar los inevitables desafíos y fracasos de la vida.
Igrot Kodesh del Rebe, Vol. IV pág. 223
de "Atentos a los Mensajes de la Vida", adaptado de las obras del Lubavitcher Rebe, por el Rabino David Shraga Polter.
Editorial Lubavitch Sudamericana