A los que no han empezado

 

Antonio Vázquez

 

¡Puedes! Te lo digo a ti que estás ahí sentado en el borde del camino; esperando la llegada de un hombre, de una mujer, que merezca ese nombre y que te acompañe a recorrer la vida entera. Sé optimista. No se trata de buscar un elefante blanco. Lo importante es que haya mimbres para componer un cesto. ¿Sabes cuáles son esos juncos?: lealtad, sinceridad, amor a la verdad, sentido de responsabilidad... y romanticismo.

 

Ya entiendes lo que quiero decirte. Personas a las que el mundo les viene pequeño, rebeldes que tienen ganas de cambiar su vida y la de los demás, en un constante esfuerzo por mejorar cada día un poco. Hombres y mujeres que no se conforman con ir viviendo en la rutina y la ramplonería.

 

Vidas llenas de fe, de alegría y de optimismo y con ganas de luchar por vivir con más fe, más alegría y más optimismo.

 

EXISTEN, SON REALES

 

Los hay, búscalos entre los que tengan:

 

- Virtudes humanas: hombres y mujeres de una pieza. Generosos, valientes, limpios, recios, sobrios.

 

- Una fe en Dios, que dé sentido a una vida. Que sea la luz de su pensamiento y la fuerza de su quehacer.

 

- Que sea guapa y con estilo... y que te guste. Que sea recio y huela a hombre por los cuatro costados.

 

También en esta búsqueda hay que poner esfuerzo, no se puede cargar con la primera mercancía aunque esté rebajada.

 

Elígelo con un nivel de educación y de cultura muy semejante al tuyo. Dice Thibon: "Un príncipe puede casarse con una lavandera, si la lavandera tiene alma de princesa".

 

ELIMINAR OBSTÁCULOS

 

¿Por qué? Es muy sencillo. La convivencia va a exigir, en el mejor de los casos, grandes dosis de comprensión y aceptación. ¿Para qué vamos a sobreañadir obstáculos? El lema del circo, ¡más difícil todavía!, ofrece un gran espectáculo, pero no todos somos acróbatas, ni tenemos músculos de atleta.

 

Conoce a su familia, hay flores espléndidas en un muladar, pero son mucho más frecuentes las lombrices. Mira su vida pasada, los olmos no suelen dar peras.

 

¿Tú lo cambiarías? Mira, las personas mejoran o empeoran pero no cambian. Si ahora tienes a tu favor todos los vientos y te resulta difícil navegar, ¿qué será cuando empiece el oleaje de la vida cotidiana y las velas de la ilusión no reciban la más ligera brisa?

 

SER REALISTAS

 

¿Conservador? No, realista. Evidentemente hay que amar los riesgos, pero... calculados en aspectos esenciales. Fíjate dónde está el coeficiente de seguridad razonable y no juegues con él porque se puede caer el puente.

 

Si no te enfadas te diré una cosa: escucha a tus padres. No te estoy diciendo que sigas a pies juntillas sus indicaciones. Escúchalos. Thibon dice: "No conozco nada menos razonable que uno de esos matrimonios llamados de razón, ni tan egoísta como esos llamados de amor (en contra de las familias)".

 

Así hasta el final. Hasta un minuto antes de entrar por la puerta de la iglesia. Es preferible ponerse una vez colorado, antes que ciento amarillo.

 

HABLAR ENTRE VOSOTROS

 

Cuando lo hayas encontrado, sentaos juntos a hablar de lo que tenéis en la cabeza. Escuchar muy bien lo que el otro dice y sobre todo mirar con atención lo que hace.

 

- Tenéis que hablar de lo que es, para el otro, el matrimonio. ¿Qué busca en él?, ¿qué está dispuesto a dar?, ¿sabe comprometerse?

 

- ¿Qué lugar ocupa en su vida el trabajo?, ¿con qué óptica lo mira?

 

- ¿Qué idea tiene del dinero?, ¿para qué sirve?, ¿cuántas necesidades se crea cada día?

 

- Una pregunta de Perogrullo: ¿estáis enamorados hasta la chifladura?, ¿sabéis hacer miles de equilibrios en el alambre para pasar un minuto juntos?

 

- Y por último: ¿sabe disculpar?, ¿sabe comprender?, ¿sabe perdonar?, ¿dónde tiene puesto el corazón?

 

UN NOVIAZGO LIMPIO

 

No me mires con cara de susto, si piensas que te estoy proponiendo imposibles. Para eso es el noviazgo. Tomando copas mientras se escuchan ruidos trepidantes, no se oye nada, no se ve nada, ni puede encontrarse otra cosa que un buen coscorrón... Tú me entiendes.

 

Te lo diré más claro. Hay que vivir un noviazgo limpio. Sin tomarse anticipos, que ofenden a Dios, dejan sabor de hiel y ceniza y marchitan el amor.

 

Los anticipos se pagan siempre con intereses redoblados. Se ha ido dejando el corazón en jirones y cuando se va en su busca para entregarlo, lo recobras hecho harapos entre los zarzales; se ha fusilado la ilusión, se ha agotado la espera, se ha enmudecido el alma y desencantado el corazón.

 

¿Difícil? Sí, pero no imposible. Tú sabes muy bien cuáles son las ocasiones próximas.

 

Huye de:

 

- Los paseos en coche.

- La soledad y el aislamiento.

- La punta de alcohol que disminuye tus defensas.

 

NO, PARA GRITAR SÍ

 

Todo eso lo conoces mejor que yo: lucha, y si algún día te ves en un traspiés, reacciona, no sigas por la pendiente. ¡Para! Con ese barro en los ojos no puedes continuar, no ves. Recomienza con renovada ilusión, sin mirar atrás. Lo de hoy será experiencia para evitarlo mañana.

 

Tu lucha no puede ser encogimiento, ni ramplonería, ni ñoñería. Estás diciendo que no, para poder gritar que sí.

 

DOS DIAMANTES

 

En ese noviazgo estás poniendo las bases para una vida entera llena de felicidad. Estás acumulando capital para la mejor inversión de tu vida. No quieres un matrimonio aburrido y tibio. Quieres una mujer/marido y unos hijos que van a ser en tu vida una joya de muchos quilates. Quieres iluminar un mundo que está a oscuras con el brillo de un diamante vivísimo. Tállalo, tállalo, pero piensa que sólo es posible... con otro diamante."