Antología de Textos
para la oración y la meditación

Autor: Francisco Fdez-Carvajal
Ediciones Palabra

ACCIÓN DE GRACIAS - ADULACIÓN -  AFABILIDAD - ALEGRÍA - AMISTAD - AMOR - AMOR A DIOS - AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES - ÁNGELES CUSTODIOS - APOSTOLADO - ARIDEZ - AVARICIA - AYUNO - BAUTISMO - BIENES TEMPORALES - BUEN PASTOR - CARIDAD - CASTIDAD - CIELO - COMPRENSIÓN - COMUNIÓN - COMUNIÓN DE LOS SANTOS - CONCIENCIA - CONFESIÓN - CONFIANZA EN DIOS -CONFIRMACIÓN - CONOCIMIENTO PROPIO - CONTEMPLACIÓN - CONTRICIÓN - CONVERSIÓN - CORAZÓN - CORRECCIÓN FRATERNA - CORRESPONDENCIA A LA GRACIA - COSAS PEQUEÑAS - CRISTIANOS - CRUZ - DEMONIO - DESCANSO - DESPRENDIMIENTO - DEVOCIONES - DIFAMACIÓN  - DIFICULTADES - DIRECCIÓN ESPIRITUAL - EJEMPLARIDAD - ENFERMOS - ENTREGA - ENVIDIA - ESCÁNDALO - ESPERANZA - ESPÍRITU SANTO - ETERNIDAD - EUCARISTÍA - EXAMEN DE CONCIENCIA - FAMILIA - FE - FELICIDAD - FIESTAS Y TIEMPOS LITÚRGICOS - FILIACIÓN DIVINA - FIN DEL HOMBRE - FLAQUEZAS - FORMACIÓN DOCTRINAL - FORTALEZA - FRUTOS - GENEROSIDAD - GRACIA - HUMILDAD - IGLESIA - INFIERNO - INSTRUMENTOS DE DIOS - IRA - JESÚS - JUICIO - JUICIO TEMERARIO - JUSTICIA - LECTURA ESPIRITUAL - LIBERTAD - LIMOSNA - LUCHA ASCÉTICA - LUGARES Y OBJETOS DE CULTO - MAGNANIMIDAD - MANSEDUMBRE - MILAGROS - MISA - MISERICORDIA - MISERICORDIA DIVINA - MORTIFICACIÓN - MUERTE - OBEDIENCIA - OFRECIMIENTO DE OBRAS - OMISIONES - ORACIÓN - ORACIÓN DE PETICIÓN - PACIENCIA - PAZ - PECADO - PECADO VENIAL - PEREZA - PERSEVERANCIA - PIEDAD - PREDICACIÓN - PREMIO - PRESENCIA DE DIOS - PRIMEROS CRISTIANOS - PROVIDENCIA - PRUDENCIA - PURGATORIO - PURIFICACIÓN - RECOGIMIENTO - RECTITUD DE INTENCIÓN - REDENCIÓN - RESPETO A LA PERSONA - RESPETOS HUMANOS - RESPONSABILIDAD - ROMANO PONTÍFICE - SABIDURÍA - SACERDOCIO - SACRAMENTOS - BAUTISMO - CONFIRMACIÓN - PENITENCIA - SACRAMENTO DEL ORDEN - UNCIÓN DE LOS ENFERMOS - MATRIMONIO - SAGRADA ESCRITURA - SAN JOSÉ - SANTIDAD - SANTOS - SERVIR A DIOS - SINCERIDAD - SOBERBIA - TEMOR DE DIOS - TEMPLANZA - TENTACIÓN - TIBIEZA - TIEMPO - TRABAJO - TRISTEZA - UNIDAD - VANAGLORIA - VERACIDAD - VIDA SOBRENATURAL - VIGILANCIA - VIRGEN SANTÍSIMA - VIRGINIDAD - VIRTUDES - VISITA AL SANTÍSIMO - VOCACIÓN - VOLUNTAD DE DIOS

 

A B C D E F G-H I J L M O P R S T-U V

 

RECOGIMIENTO
RECTITUD DE INTENCIÓN
REDENCIÓN
RESPETO A LA PERSONA
RESPETOS HUMANOS
RESPONSABILIDAD
ROMANO PONTÍFICE

 


RECOGIMIENTO

Citas de la Sagrada Escritura

En la boca de los necios está su corazón; y el corazón de los sabios es su boca.
Si 21,29

FI sabio se calla hasta el momento oportuno; el necio no sabe guardar su tiempo.
Si 20,7.

En toda labor hay fruto; pero la charlatanería empobrece.
Pr 14,23.

En el mucho charlar no falta el pecado, el que refrena sus labios es sabio.
Pr 10,19.

El que mucho habla se hace aborrecible, y el que pretende imponerse se hace odioso.
Si 20,8.

¿Has visto a un hombre precipitado en el hablar? Más esperanzas que en él hay en el necio.
Pr 29,20.

El que guarda su boca, guarda su vida [. . . ]
Pr 13,3.

Manzana de oro en bandeja cincelada de plata es la palabra dicha a tiempo.
Pr 25,11.

Hay quien calla porque no tiene qué responder, y hay quien calla esperando su vez.
Si 20,6.

Porque todos delinquimos en muchas cosas. Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo.
Jc 3,2.

Es parco en palabras quien tiene la sabiduría; y el de ánimo apacible es hombre inteligente.
Pr 17,27.

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de las plazas, para ser vistos de los hombres [. . . ]. Tú, cuando ores, entra en tu cámara y , cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.
Mt 6,5-6.

Preguntado por los fariseos acerca de cuándo llegaría el reino de Dios, respondióles y dijo: No viene el reino de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros.
Lc 17,20-21.

Buscar a Dios dentro de nosotros


4491 Recógete. -Busca a Dios en ti y escúchale. (J. EScRIvA DE BALAGUER. Camino, n. 319).


4492 Pues hagamos cuenta que dentro de nosotros está un palacio de grandísima riqueza, todo su edificio de oro y piedras preciosas -en fin, como para tal Señor-, y que sois vos parte de que aqueste edificio sea tal, como a la verdad lo es (que es ansi, que no hay edificio y de tanta hermosura como un alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores, más resplandecen las piedras), y que en este palacio está este gran Rey y que ha tenido por bien ser vuestro Padre y que está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,9).


4493 El alma que le quiere encontrar ha de salir de todas las Cosas con la afición y la voluntad, y entrar dentro de si misma con sumo recogimiento. Las cosas han de ser para ella como si no existiesen. San Agustín habla con Dios en los Soliloquios y le dice:

"No te hallaba, Señor, por fuera, porque mal te buscaba fuera, pues estabas dentro".

Dios, pues, está escondido en el alma y ahí le ha de buscar con amor el buen contemplativo, diciendo: ¿A dónde te escondiste? (S. JUAN DE LA CRUZ. Cántico espiritual,1,6).


4494 Poned los ojos en vos y miraos interiormente, como queda dicho: hallaréis vuestro Maestro, que no os faltará; mientras menos consolación exterior tuviéredes, mucho más regalo os hará. (SANTA TERESA. Camino de perfección,29,2).


4495 ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mi y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Retenianme lejos de ti aquellas cosas que sí no estuviesen en ti no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti. (S. AGUSTIN, Confesiones,10).


4496 Gózate con él en tu recogimiento interior. Alégrate con El, ya que le tienes tan cerca.

Deséale ahí; adórale ahí; no vayas a buscarle fuera de ti porque te distraerás y cansarás y no le hallarás; no le podrás gozar con más certeza, ni con más rapidez ni más cerca que dentro de ti. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,8).


4497 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,11).


4498 Sí somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habíta en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 7, sobre la Natividad).


4499 ¡Oh alma hermosísima, más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que deseas. ¡Ya sabes dónde se encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú misma eres su morada. Tú misma el escondite donde está escondido.

¡Alegría grande debe darte saber que todo tu bien y esperanza está tan cerca de ti, que está en ti misma! No puedes tú estar sin El: Mirad, ¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (
Lc 17,21); porque nosotros somos templo de Dios vivo (2Co 6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,7).


4500 ¿Qué más quieres, alma, y qué más buscas fuera de ti, si dentro de ti tienes tus riquezas, tus deleites, tu satisfacción? ¿Qué más puedes desear si en ti está la fuente que te sacia? (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,8).

Guarda de los sentidos


4501 Así, aunque viva en la soledad o retirado en una celda, la vanidad le hace deambular con la mente por casas y monasterios, y le muestra en su fantasía una multitud de almas que se convierten al imperio y eficacia de su palabra. El desgraciado, juguete de tales quimeras, parece sumergido en un profundo sueño. De ordinario, vive seducido por la dulzura de estos pensamientos. Absorto en tales imágenes, ni advierte lo que hace ni se da cuenta de lo que sucede en torno. Ni siquiera repara en la presencia de sus hermanos. El infeliz va meciéndose, cual sí fueran verdad, en las fantasías que soñó despierto. (CASIANO, Instituciones,11).


4502 Esta (la curiosidad), en tanto que procura saber las vidas ajenas, desconociendo siempre sus interioridades, gusta ocuparse de lo exterior. Grave y pernicioso es el vicio de la curiosidad, que mientras inclina la mente de cualquiera para que averigíle la vida del prójimo, a él le oculta siempre su interior, a fin de que, conociendo lo ajeno, se desconozca a sí mismo, y sea tanto más ignorante en todo aquelío que le concierne, cuanto más instruido esté en lo ajeno. (. GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


4503 Y como quien se entra en un castillo fuerte para no temer los contrarios, que es retirarse los sentidos de estas cosas exteriores y darles de tal manera de mano, que -sin entenderse- se le cierran los ojos por no verlas, porque más se despierte la vista a los del alma. (SANTA TERESA, Camino de perfección,27,6).


4504 Disipación. -Dejas que se abreven tus sentidos y potencías en cualquier charca. -Así andas tú luego: sin fijeza, esparcida la atención, dormida la voluntad y despierta la concupiscencia.

-Vuelve con seriedad a sujetarte a un plan, que te haga llevar vida de cristiano, o nunca harás nada de provecho.

(J. EScRIvÁ DE BALAGUIER, Camino, n. 375).


4505 En la oración pasaba gran trabajo, porque no andaba el espíritu señor, sino esclavo; y así no me podía encerrar dentro de mi, que era todo el modo de proceder que llevaba en la oración, sin encerrar conmigo mil vanidades.

(SANTA TERESA, Vida,7,6).


4506 Todo cuanto hay fuera de nosotros fluctúa con las tempestades y tentaciones de este siglo. Mas tenemos un yermo interior donde recogernos y vivir de nuestra fe. (S. AGUSTIN, Sermón 47).


4507 Bien está que cierres la puerta de tu habitación; pero otra cosa quiere Dios antes que eso: que cierres las puertas de tu alma. (S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobreS. Mateo 31).


4508 Como no hay embarazo de lo exterior, estáse sola el alma con su Dios. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,8).


4509 El que sabe andar dentro de si y tener en poco las cosas de fuera, no busca lugares ni espera tiempos para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto se recoge, porque nunca se derrama del todo a las cosas exteriores. (Imitación de Cristo, II,1,10).


4510 Silos cinco sentidos del cuerpo buscan el alimento de las miserias mundanas, no pueden volar para conseguir los frutos de acciones más sublimes. (S. AMEROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 66).

El "silencio" de María

Recogimiento y presencia de Dios


4511 Re dado muchas vueltas por las calles y plazas de la ciudad

de este mundo para buscaros, y no os he podido hallar, porque mal buscaba fuera lo que estaba dentro de mi alma. (S. AGUST!N, Soliloquios,31).


4512 Si ya arde en ti el fuego del amor divino, por pequeño que

éste sea, no lo saques fuera enseguida, no lo expongas al

viento, mantén el fogón protegido para que no se enfrie y pierda el calor; esto es, aparta cuanto puedas las distracciones, conserva el recogimiento, evita las conversaciones inútiles. (S. CARLOS BORROMEO, Sermón sobre el sínodo).


4513 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de si mismo'. Yo soy-dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucción sobre la fe,1).


4514 Es exigencia de nuestra mente una cierta quietud. Dios se deja ver en la soledad interior. (S. AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,17).


4515 Es insultar a Jesucristo acudir a nuestros templos, ante nuestros altares, con el espíritu distraído y ocupado en los negocios mundanos; es insultar a la majestad de Dios cÓmparecer en su presencia con menos modestia que en las casas de los grandes de la tierra. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el pecado).


4516 Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 304).


4517 Pues mirad que dice San Agustín que le buscaba en muchas partes y que le vino a hallar dentro de sí mismo (1). ¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con El, ni ha menester hablar a voces? Por paso (2) que hable, está tan cerca que nos oirá. Ni ha menester alas para ir a buscarle (3), sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad hablarle como a padre, pedirle como a padre, contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos, entendiendo que no es digna de ser su hija. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,2)


4518 Renazca en nosotros esta estima por el silencio, esa admirable e indispensable condición de nuestro espíritu, asaltado por tantos clamores [. . . ]. Oh silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la disponibilidad para escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de la preparación del estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de la plegaria secreta que sólo Dios ve. (PABLO VI, Alocución en Nazaret,5-1-1964).


4519 El silencio de la Virgen no es un silencio de tartamudez e impotencia, sino de luz y arrobo; un silencio más elocuente, en las alabanzas de Jesús, que la misma elocuencia. . . Resulta sorprendente que en este estado de silencio y de infancia de Jesús todo el mundo habla excepto María 1. 1 Comentan los ángeles entre si y con los pastores, pero María permanece en silencio. Llegan los reyes, hablan y dan que hablar a toda la ciudad, al estado y al sagrado sínodo de Judá, pero María permanece retirada y en silencio. Todo el estado está revuelto y todos se maravillan y hablan del nuevo rey buscado por reyes, pero María permanece en su reposo y sagrado silencio. Simeón habla en el templo, y Ana la Profetisa, y todos los que esperan la salvación de Israel; y María ofrece, da, recibe y lleva a su hijo en silencio. Tanta fuerza e impresión secreta ejerce el silencio de Jesús en el espíritu y corazón de la Virgen que la tiene poderosamente y divinamente ocupada y arrebatada en silencio. (PEDRO DE BERULLE, Opuscules de piété,39, l. c. , PP. 988-989).

RECTITUD DE INTENCION

Citas de la Sagrada Escritura

Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otra manera no tendréis recompensa ante vuestro Padre, que está en los cielos.
Mt 6,1.

Ya comáis, ya bebáis o ya hagáis alguna cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
1Co 10,31.

Buscad a Yavé y su poder, buscad siempre su rostro.
Ps 104,4.

El sabio tiene ojos en la frente y el necio anda en tinieblas
Si 2,14.

Crea en mi ¡Oh Dios! un corazón puro, y renueva dentro de mi un espíritu recto.
Ps 50,12.

Siervos obedeced [. . . ], no sirviendo al ojo, como buscando agradar al hombre, sino como siervos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. .

Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna sea oculta, y el Padre que ve lo oculto, te premiara.
Mt 6,3.

La lámpara del cuerpo es el ojo, si tu ojo estuviese sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero sí tu ojo estuviese enfermo, todo tu cuerpo estará en tinieblas.
Mt 6,22.

Me hubiera avergonzado de pedir al rey una escolta y caballeria para protegernos del enemigo durante el camino, pues habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios está para bien de los que le buscan"
Esd 8,22.

Honra al Dios de tu hacienda, da las primicias de todos los frutos. Y estarán llenas tus trojes y rebosará de mosto tu lagar.
Pr 3,9-10.

Que sí las primicias son santas, también la masa, sj la raíz es santa, también las ramas.
Rm 11,16.

Jesús les dijo: Mí alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra.
Jn 4,34.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Lc 2,14.

Ahora, pues, en los cielos está mi testigo y allá arriba está mí fiador.
Jb 16,19.

No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadan y roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los corroen y donde los ladrones no horadan ni roban. Donde está tu tesoro allí estará tu corazón
Mt 6,19.

Allí buscaréis a Yavé, vuestro Dios, y le hallarás y con todo tu corazón, y con toda tu alma le buscará.
Dt 4,29.

Lo verán los afligidos y se alegrarán, y que viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios.
Ps 68,33.

Pero los justos viven para siempre, y su recompensa está en el Señor, y el cuidado de ellos en el Altísimo.
Sg 5,15.

Selección de Textos

4520 No te preocupes demásiado por saber quién está por ti o contra ti; busca más bien que Dios esté contigo en todo lo que haces. (Imitación de Cristo, II,2,3).


4521 Pureza de intención. -La tendrás siempre, sí, siempre y en todo, sólo buscas agradar a Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 287).


4522 La presencia y el respeto de los hombres no le moverá a ser más honesto, ni disminuirá en nada su virtud la soledad. Siempre y dondequiera, lleva consigo el árbitro supremo de sus actos y de sus pensamientos: su conciencia. Y todo su empeño consiste en complacer a Aquel a quien sabe que no se puede eludir ni defraudar. (CASIANO, Colaciones,11).


4523 El corazón del hombre camina derecho cuando va de acuerdo con la voluntad divina. (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, l. c. ,142).


4524 En los trabajos con que busco la nave, no es la nave lo que busco, sino la patria. (S. AGUSTÍN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).


4525 No nos seduzca ninguna prosperidad halagüeña, porque es un viajero necio el que se para en el camino a contemplar los paisajes amenos y se olvida del punto al que se dirige. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. .


4526 Es imposible al que tiene una doble voluntad pelear y salir airoso de las batallas del Señor: El hombre dé doble corazón -dice la Escritura- es inconstante en todos su caminos. (CASIANO, Instituciones,7).


4527 Hay muchos que se sienten impulsados a hacer cosas buenas refiriéndolo todo a Dios, de modo que no son ellos mismos sino su Padre celestial quien resulta glorificado. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,19).

Actuar de cara a Dios y no de cara a los hombres


4528 La pureza de intenciones no es más que presencia de Dios:

Dios nuestro Señor está presente en todas nuestras intenciones. ¡Qué libre estará nuestro corazón de todo impedimento terrenal, qué limpia será nuestra mirada y qué sobrenatural todo nuestro modo de obrar cuando Jesucristo reine de verdad en el mundo de nuestra intimidad y presida toda nuestra intención! (S. CANALS, Ascética meditada, p. 143).


4529 Si quieres tener espectadores de las cosas que haces, ahí los 4529 tienes: los ángeles, los arcángeles y hasta el mismo Dios del

Universo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Catena Aurea, vol.
1P 344).


4530 El que no procura ser visto por los hombres, aun cuand0 haga algo en presencia de los hombres, no puede decirse que actúa en presencia de ellos: el que hace algo por Dios, no ve más que a Dios en su corazón, por quien hace aque lío, como el artista tiene siempre presente a aquella persona que le encargó la obra en que se ocupa. (S. JUAN CRI5Ó TOMO, en Catena Aurea, vol.
1P 337)


4531 Tened confianza, carísimo amigo, le decía el sacerdote que le asistía, después de haberle administrado los últimos sacramentos. Os habéis comportado con suma integridad en vuestra vida sacerdotal, y los millares de sermones que habéis predicado sostendrán vuestra causa ante Dios, defendiéndoos contra la insuficiencia de la vida interior de que habláis. -¡Mis sermones! ¡Con qué ojos tan distintos los contemplo en estos momentos! ¡Ah! Si Nuestro Señor no empieza a hablarme de ellos, seguramente que no seré yo el primero en mencionarlos. (J. B. CHAUTARD, El alma de todo apostolado, PP. 107-108).

Rectificar muchas veces la intención


4532 El que desea saber sí habita en él Dios, examine sinceramente el fondo de su corazón e indague con empeño con qué humildad resiste al orgullo, con qué benevolencia combate la envidia, en qué medida vence los halagos y se alegra con el bien ajeno. Examine sí no desea volver mal por mal y sí prefiere perdonar las injurias antes que perder la imagen y semejanza de su Creador. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 8, para la Epifanía).


4533 (Debemos) examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar nuestros intereses, si queremos servir al Señor. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. sobre Ezequiel 2).


4534 La inclinación de la carne, la propia voluntad, la esperanza del galardón, la afección del provecho pocas veces nos dejan. (Imitación de Cristo,1,15,2>.


4535 Pureza de intención. -Las sugestiones de la soberbia y los ímpetus de la carne los conoces pronto. . . y peleas y, con la gracia, vences.

Pero los motivos que te llevan a obrar, aun en las acciones más santas, no te parecen claros. . . y sientes una voz allá dentro que te hace ver razones humanas. . . , con tal sutileza, que se infiltra en tu alma la intranquilidad de pensar que no trabajas como debes hacerlo -por puro Amor, sola y exclusivamente por dar a Dios toda su gloría.

Reacciona en seguida cada vez y di: "Señor, para mi nada quiero. -Todo para tu gloría y por Amor". (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER. Camino, n. 788).


4536 Todos los males mortifican a los hijos del diablo, pero el deseo de la vanagloría mortifica más bien a los hijos de Dios que a los hijos del diablo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en

Catena Aurea, vol. 1, p. 336).


4537 Volved, hermanos carísimos, dentro de vuestro corazón y ved siempre qué es lo que a todas horas estáis revolviendo en vuestros pensamientos: el uno en los honores, el otro en las riquezas, aquel en la extensión de sus predios. Todas estas cosas de abajo son, y cuando el alma se enreda en ellas, declina el estado de su rectitud. (S. GREGORIO MAGNO Moralia,31).

Huir del aplauso humano


4538 Examina bien los motivos que te impulsan a obrar para descubrir las emboscadas de la vanidad y del amor propio; sólo a Dios debes referir todo el bien que hagas, porque has de saber que es una gran ganancia mantener oculta y secreta una obra buena de modo que sólo Dios la conozca; sí por descuido tuyo viene a ser conocida de los hombres, pierde casi todo su valor, como un hermoso fruto que los pájaros han empezado a picotear. (J. PECCI -León XIII-, Práctica de la humildad,48).


4539 De nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás. (S. BAsILIO, Discurso a los jóvenes).


4540 Tampoco aquí se dice que sea ilícito el ser vistos de los hombres, sino el obrar para ser vistos de ellos. Es superfluo repetir siempre lo mismo, ya que la regla que debe observarse es una sola: temer y rehuir, no que los hombres conozcan nuestras buenas obras, sino el hacerlas con la intención de que nuestro galardón sea el aplauso humano. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).


4541 Todo lo que a tu alrededor o en ti mismo te conduce a la presunción, recházalo. No presumas más que de Dios; ten necesidad únicamente de él y él te llenará. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el salmo 85).

El premio de las obras hechas con rectitud de intención


4542 Jamás llegaremos a comprender el grado de gloría que nos proporcionará en el cielo cada acción buena, sí la realizamos puramente por Dios. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).


4543 La serpiente (se refiere a la vanagloria) que debemos vigilar es invisible; entra en secreto y seduce. Sí esta invasión del enemigo sucede en un corazón puro, bien pronto conoce el justo que sufre las influencias de un espíritu extraño (y puede rectificar); pero si el corazón está lleno de iniquidades no comprende fácilmente las sugestiones del demonio. (S. JUAN CRIsÓsTOMO, en Catena Aurea, vol.
1P 336).


4544 [. . . ] En todo el bien que hacemos a nuestro prójimo, hemos de tener como objetivo el agradar a Dios y salvar nuestra alma. Cuando vuestras limosnas no vayan acompañadas de estas dos intenciones, la obra buena resultará perdida para el cielo. (SANTO CURA DE ARs, Sermón sobre la limosna).


4545 Cuánto poder tenga para hacer daño el deseo de la vanagloria, nadie lo conoce mejor que aquel que le declara la guerra; porque es fácil no buscar la propia alabanza cuando ésta es negada, pero es difícil no complacerse en ella cuando se ofrece. (S. AGUSTIN. en Catena Aurea, vol.
1P 336).


4546 Aquel que, después de ser menospreciado, deja de hacer el bien que hacia, da a entender que actúa por el aplauso de

los hombres; pero si en cualquier circunstancia hacemos el bien a los demás, tendremos una grandísima recompensa. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 43).

Frutos


4547 No existen los fracasos, si se obra con rectitud de intención y queriendo cumplir la voluntad de Dios, contando siempre con su gracia y con nuestra nada. (J. ESCRIVÁ DE BALAOLER, Es Cristo que pasa,76).


4548 Sí fuese Dios siempre el fin último de nuestro deseo, no tan presto nos turbaría la contradicción de nuestra sensualidad. Pero muchas veces tenemos algo de dentro escondido, o algo ocurre fuera cuya afición nos lleva tras sí. Muchos buscan su propio interés secretamente en las obras que hacen, y no lo entienden; y paréceles estar en buena paz cuando se hacen las cosas a su propósito; mas sí de otra manera suceden, presto se alteran y entristecen. (Imitación de Cristo,1,14,2).


4549 Si tú me dices: "Muéstrame a tu Dios", yo te responderé: "Muéstrame primero qué tal sea tu persona", y entonces te mostraré a mi Dios. Muéstrame primero silos ojos de tu mente ven, silos oídos de tu corazón oyen. (S. TEÓFILO DE ANTIOQUIA, Libro 1).


4550 No es pequeño fruto el desprecio de la gloria humana; y es 4550 entonces cuando uno está libre del yugo de los hombres. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol.
1P 380).

Rectitud de intención del sacerdote


4551 He aquí las señales por las que se conoce si un sacerdote obra con recta intención: 1. Si ama los trabajos de su mayor desagrado y de menos relieve. 2. Si se queda tranquilo cuando sus planes no tienen éxito; quien obra por Dios alcanza su fin, que es agradarle; 4uíen, por el contrarío, se intranquiliza al considerar el fracaso de sus planes, da indicios de que no ha obrado sólo por Dios. 3. Sí disfruta del bien que hacen los demás como si él mismo lo hiciera, y ve sin envidia que los demás emprendan las obras que emprenden, deseando que todos procuren la gloría de Dios. S. ALFONSO M. DE LIGORIO, Plática sobre el amor a Dios, l. c. , p. 312).

REDENCION

Citas de la Sagrada Escritura

Dios no reprueba positivamente a nadie; Nuestro Señor murió para salvar a todos los hombres:
Rm 3,23-24 Rm 5,6-9.

Los "vasos de ira dispuestos para la perdición" (
Rm 9,22
) representan a todos los hombres, porque todos los hombres hemos pecado: Rm 3,20 pero Dios quiere hacer misericordia con todos: Rm 11,32.

Dios tiene tesoros de misericordia aun para los que voluntariamente han despreciado su gracia:
Rm 2,4 Rm 10,20.

Dios llama a todos los hombres:
Rm 1,5.

Mortifiquemos nuestro cuerpo para no ser reprobados:
1Co 9,27.

Nadie es forzado a pecar, porque el Señor no permite que seamos tentados sobre nuestras fuerzas:
1Co 1.

Los que se pierden no tienen disculpa:
Rm 1,19-23.

Todos los hombres somos pecadores:
Rm 3,1-19.

Todos reciben gracias suficientes para no pecar:
Rm 1,21-23.

Dios hace misericordia a quien quiere:
Rm 9,18.

San Pablo teme ser reprobado, y por esto no quiere parar en su camino hacia Dios y castiga su cuerpo para reducirlo a esclavitud:
1Co 9,26-27.

Incertidumbre de la salvación: .

Dios quiere salvar a todos los hombres:
1Tm 2,4.

Los llamamientos de Dios:
He 12,25-29.

Nuestra reprobación, si nos perdemos, será obra nuestra; Dios no ha puesto en nosotros ninguna cosa mala y no tienta a nadie:
Jc 1,13-18.

No serán reprobados los que libran a un alma del infierno:
Jc 5,19-20.
SELECCIÓN DE TEXTOS

El misterio de la Redención


4552 Con esta revelación del Padre y con la efusión del Espíritu Santo, que marcan un sello imborrable en el misterio de la Redención, se explica el sentido de la cruz y de la muerte de Cristo. El Dios de la creación se revela como Dios de la redención, como Dios que es fiel a si mismo, fiel a su amor al hombre y al mundo, ya revelado el día de la creación. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,9).


4553 El misterio de nuestra salvación, este misterio que el fundador del mundo ha creído digno de ser pagado con su sangre, se ha realizado desde el día de su nacimiento físico hasta el fin de su Pasión. (S. LEÓN MAGNO, Serm. 72, en la Ascens. del Señor).


4554 La Iglesia permanece en la esfera del misterio de la Redención, que ha llégado a ser precisamente el principio fundamental de su vida y de su misión. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,7).


4555 [. . . ] En la misma historía humana que es el escenario del mal, se va tejiendo la obra de la salvación eterna. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,186).

Jesucristo, Redentor del mundo y de cada hombre


4556 La doctrina, el mensaje que hemos de propagar, tiene una fecundidad propia e infinita, que no es nuestra, sino de Cristo. Es Dios mismo quien está empeñado en realizar la obra salvadora, en redimir el mundo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,159).


4557 Cristo, Redentor del mundo, es Aquel que ha penetrado, de modo único e irrepetible, en el misterio del hombre y ha entrado en su "corazón". (JUAN PABLO II, Enc. Redernptor horninis, II,8).


4558 La soberbia del diablo fue la causa de nuestra ruina; y el fundamento de nuestra redención, la humildad de Dios. (S. GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral 3,18).


4559 [. . . ] (Pedro) pone todo en manos de Cristo. Señor, tú sabes que te amo. Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo (
Jn 21,15-17). Y ¿qué responde Cristo? Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas (Jn 21,15-17). No las tuyas, no las vuestras: ¡las mías! Porque El ha creado al hombre, El lo ha redimido, El ha comprado cada alma, una a una al precio [. . . ] de su Sangre. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,267).


4560 La sangre derramada por Cristo reproduce en nosotros la imagen del rey: no permite que se malogre la nobleza del alma; riega el alma con profusión, y le inspira amor a la virtud. Esta sangre hace huir a los demonios, atrae a los ángeles [. . . ]: esta sangre ha lavado a todo el mundo, y ha facilitado el camino del cielo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,45).


4561 Primero, cuando sufrió la muerte dolorosísima, ofreció el sacrificio aquí en la tierra. Después [. . . ] presentó ante el trono del Padre aquella sangre de un valor inmenso que había derramado abundantemente por todos los hombres, sujetos al pecado.

Este sacrificio es tan acepto y agradable a Dios que, en el mismo instante en que lo mira, compadecido de nosotros, se ve forzado a otorgar su clemencia a todos los que se arrepienten de verdad.

Es, además, un sacrificio eterno, ya que se ofrece no sólo cada año (como sucedía entre los judíos), sino cada día, más aún, cada hora y a cada momento, para que en él hallemos consuelo y alivio. (S. JUAN FISHER, Coment. al Salmo 129, Opera omnia, p. 1610).


4562 Nada hizo El, ni padeció, que no fuera por nuestra salvación, para que todo lo que de bueno hay en la cabeza lo posea también el cuerpo. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 15, sobre la Pasión).


4563 Todo lo que padeció es el precio de nuestro rescate. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 21).


4564 El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo -no solamente según criterios y medidas del propio ser inmediatos, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes- debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en El con todo su ser, debe "apropiarse" y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la Redención para encontrarse a si mismo. (JUAN PABLO II, Enc. Redemptor hominis, II,10).


4565 Se dio a conocer a cada uno cuanto quiso, y quiso cuanto convino. (S. AGUSTÍN, en Catena Aurea, vol. IV, p. 35).


4566 La Iglesia Católica sostiene que si el sol y la luna se desplomaran, y la tierra se hundiera y los muchos millones que la pueblan murieran de inanición en extrema agonía, por lo que a males temporales atañe, todo ello sería menor mal que una sola alma, no digamos se perdiera, sino que cometiera un solo pecado venial, dijera deliberadamente una mentira o robara, sin excusa, una "perra gorda". Yo pienso que el principio aquí enunciado es el mero preámbulo de las credenciales formales de la Iglesia católica, como un acta del parlamento puede comenzar por un considerando. (CARO. J. H. NEWMAN, Apología "pro vitasua",194).

A través de la Iglesia


4567 Si alguno quiere salvarse, venga a esta casa, para que pueda conseguirlo. Ninguno se engañe a si mismo: fuera de esta casa, esto es, fuera de la Iglesia, nadie se salva. (ORIGENES, Hom. sobre "Jesús en la barca",5).


4568 Fuera de la Iglesia Católica se puede encontrar todo menos la salvación. Se puede tener honor, se pueden tener sacramentos, se puede cantar "aleluya", se puede responder "amén", se puede sostener el Evangelio, se puede tener fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, y predicarla; pero nunca, si no es en la Iglesia católica, se puede encontrar la salvación. (S. AGUSTíN, Sermón 6).


4569 No podemos olvidar que la Iglesia es mucho más que un camino de salvación: es el único camino. Y esto no lo han inventado los hombres, lo ha dispuesto Cristo: el que creyere y se bautizare, se salvará; pero el que no creyere, será condenado (
Mc 16,16). Por eso se afirma que la Iglesia es necesaria, con necesidad de medio, para salvarse. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia,28-V-1972).

El sacerdote y el misterio de la Redención


4570 (El sacerdote) hace verdaderamente las veces de Cristo. (TERTULIANO, Epístola 63).


4571 [. . . ] El sacerdote es un ser segregado del Pueblo de Dios, escogido y dotado de una especial consagración, pero, por la misión que ha recibido, ha de vivir entre y con los demás hombres, comprendiéndoles, acompañándoles, guiándoles en su camino en nombre de Aquel que le ha consagrado y enviado, de la misma manera que Jesucristo, Rijo de Dios, quiso hacerse en todo semejante a los hombres, excepto en el pecado. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 44).


4572 Evite el pastor la tentación de desear ser amado por los fieles antes que por Dios, o de ser demásiado débil por temor a perder el afecto de los hombres; no se exponga a la reprensión divina: ¡Ay de aquellos que aplican almohadillas a todos los codos! (
Ez 13,8). El pastor debe tratar de hacerse amar, pero con la finalidad de hacerse escuchar, no de buscar este afecto para utilidad propia. (S. GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral,1).


4573 La mediación salvadora entre Dios y los hombres se perpetúa en la Iglesia por medio del Sacramento del Orden, que capacita por el carácter y la gracia consiguientes para obrar como ministros de Jesucristo en favor de todas las almas (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1 972).


4574 Silos Otros han perdido el sabor, pueden recuperarlo por vuestro ministerio; pero si sois vosotros los que os tornáis insípidos, arrastraréis también a los demás por vuestra perdición. (S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobre S. Mateo,15).


4575 El sacerdocio -esa consagración definitiva y característica a Dios- hace a los sacerdotes ocupar un puesto peculiar y prestar un servicio específico e imprescindible en el desarrollo histórico de la Redención, [. . . ]. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 114-115).

El cristiano y la Redención


4576 Conocer a Jesús, por tanto, es darnos cuenta de que nuestra vida no puede vivirse con otro sentido que con el de entregarnos al servicio de los demás. Un cristiano no puede detenerse sólo en problemas personales, ya que ha de vivir de cara a la Iglesia universal, pensando en la salvación de todas las almas. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo qúe pasa,145).


4577 Por supuesto, todo católico debería tener una apreciación inteligente de su religión, como dice S. Pedro, pero la controversia no es el instrumento con el cual ha de ser resistido y vencido el mundo. Lo veremos sí estudiamos la epístola que el Espíritu Santo inspiró al que fue jefe de los apóstoles, de donde le viene su autoridad. Lo que dice para todos los cristianos está especialmente indicado para los sacerdotes. En realidad, la escribió en un tiempo en que los deberes de unos y otros, en cuanto a su oposición al mundo pagano, eran los mismos. En primer lugar, les recuerda lo que son realmente como cristianos 1. . . ]: Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido. . . (1 Pdr2,9). (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inauguración del Seminario S. Bernardo,3-X-1873).


4578 Los cristianos son especialmente sensibles a esta vocación de los hombres a la cooperación y la unidad que les revela, en el plan de salvación, el mensaje evangélico de que Jesús de Nazaret ha muerto para reunir en uno todos los hijos de Dios que estaban dispersos (
Jn 11,52). No hay duda de que este texto había impresionado al célebre obispo de Hipona, San Agustín, que presenta a la humanidad creada a imagen de Dios como hecha añicos en cierta manera por el pecado y llenando de sus añicos a todo el universo. "Pero la misericordia divina reunió los fragmentos esparcidos por todos los sitios, los ha fundido con el fuego de su caridad y ha rehecho su unidad rota" (Enarr. in Psal. 95,15). (JUAN PABLO II, Abc. 23-X-1978).

RESPETO A LA PERSONA


4581 No hay criatura tan baja ni pequeña que no represente la bondad de Dios. (Imitación de Cnsto, II,4,2).


4582 Los que realizan la encuesta no pueden creer, porque no quieren creer. Llamaron otra vez al que había sido ciego y le dijeron: nosotros sabemos que ese hombre -Jesucristo- es un pecador (
Jn 9,24).

Con pocas palabras, el relato de San Juan ejemplifica aquí un modelo de atentado tremendo contra el derecho básico, que por naturaleza a todos corresponde, de ser tratados con respeto. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,69).


4583 Frente a los negociadores de la sospecha, que dan la impresión de organizar una trata de la intimidad, es preciso defender la dignidad de cada persona, su derecho al silencio. En esta defensa suelen coincidir todos los hombres honrados, sean o no cristianos, porque se ventila un valor común: la legítima decisión a ser uno mismo, a no exhibir-se, a conservar en justa y pudorosa reserva sus alegrías, sus penas y dolores de familia; y, sobre todo, a hacer el bien sin espectáculo, a ayudar por puro amor a los necesitados, sin obligación de publicar esas tareas en servicio de los demás y, mucho menos, de poner al descubierto la intimidad de su alma ante la mirada indiscreta y oblicua de gentes que nada alcanzan ni desean alcanzar de vida interior, si no es para mofarse impíamente (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,69).


4584 Esos derechos sólo serán realmente reconocidos si se reconoce la dimensión transcendente del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, llamado a ser su hijo y hermano de los otros hombres, destinado a una vida eterna. Negar esa transcendencia es reducir el hombre a instrumento de dominio, cuya suerte está sujeta al egoísmo y a la ambición de otros hombres, o a la omnipotencia del Estado totalitario, erigido en valor supremo. (JUAN PABLO II, Hom. l-VII-1980).


4585 [. . . ] si el hombre tiene derechos irrevocables, es porque ha sido creado como persona por una disposición divina, esto

es, por una disposición que se encuentra fuera de toda disensión humana. Si hay algo, en última instancia, que pertenezca irrevocablemente al hombre, es porque éste es creatura. (J. PIEPER, Las virtudes fundamentales, p. 96).


4586 El problema consiste en obrar con el debido respeto a la persona y a sus seres próximos, ya se trate de donantes de órganos o bien de beneficiarios, y no transformar nunca al hombre en objeto de experimento. Hay que tener respeto a su cuerpo y también a su alma. (JUAN PABLO II, Abc. 6-IX- 1978).


4587 El amor reviste de gran dignidad al hombre. (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad, l. c. , p. 207).


4588 Hombre, ¿por qué te consideras tan vil, tú que tanto vales a los ojos de Dios? ¿Por qué te deshonras de tal modo, tú que has sido tan honrado por Dios? ¿Por qué te preguntas tanto de dónde has sido hecho, y no te preocupas de para qué has sido hecho? ¿Por ventura todo este mundo que ves con tus ojos no ha sido hecho precisamente para que sea tu morada? (5. PEDRO CRISÓLOGO, Sermón 148.


4589 Si entre los que te rodean hay alguno que te parece despreciable, obrarás sabia y prudentemente si, en vez de publicar y censurar sus defectos, te fijas en las buenas cualidades naturales y sobrenaturales de que Dios le ha dotado, y que le hacen digno de respeto y honor. (J. PECCI -León XIII- Práctica de la humildad,37).


4590 Todo ser humano posee una dignidad que, aunque la persona exista siempre en un contexto social e histórico concreto, jamás podrá ser disminuida, herida o destruida, sino que, por el contrario, deberá ser respetada y protegida si verdaderamente se quiere contribuir a la paz. (JUAN PABLO II, Discurso en la XXXIV Asamblea general de la ONU,22-X-1979).


4591 Jesús en la Cruz, con el corazón traspasado de Amor por 4591 los hombres, es una respuesta elocuente -sobran las palabras- a la pregunta por el valor de las cosas y de las personas. Valen tanto los hombres, su vida y su felicidad, que el mismo Hijo de Dios se entrega para redimirlos, para limpiarlos, para llevarlos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, (Es Cristo que pasa,165).

RESPETOS HUMANOS


4592 ¡Oh, maldito respeto humano, qué de almas arrastra al infierno! (SANTO CURA DE ARS, Sobre el respeto humano).


4593 ¿Sabéis cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios? Es el respeto humano. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).


4594 Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor. (J. ESCR[vÁ DF BALAGUER, Camino, n. 392).


4595 Ríete del ridículo. Desprecia el qué dirán. Ve y siente a Dios en ti mismo y en lo que te rodea. -Así acabarás por conseguir la santa desvergüenza que precisas, ¡oh paradoja! para vivir con delicadeza de caballero cristiano. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino n. 390).


4596 No eres más santo cuando te alaban, ni más vil si te desprecian. Lo que eres, eso eres: ni se puede decir más de ti de lo que Dios sabe que eres. Si miras lo que eres dentro de ti, no tendrás cuidado de lo que de fuera hablan de ti. El hombre ve lo de fuera; Dios el corazón (1S
1S 16,7). El hombre considera las obras, y Dios pesa las intenciones. (Imitación de Cristo, II,6,3).


4597 Tenéis el sacramento de la Confirmación, por el cual quedáis convertidos en otros tantos soldados de Jesucristo, que valerosamente sientan plaza bajo el estandarte de la cruz, que jamás deben ruborizarse de las humillaciones y oprobios de su Maestro, que en toda ocasión deben dar testimonio de la verdad del Evangelio. Y no obstante, ¿quién lo dijera?, se hallan entre vosotros yo no sé cuántos cristianos que por respeto humano no son capaces de hacer públicamente sus actos de piedad; que quizás no se atreverían a tener un crucifijo en su cuarto o una pila de agua bendita a la cabecera de su cama; que se avergonzarían de hacer la señal de la cruz antes y después de la comida, o se esconden para hacerla. ¿Veis, por consiguiente, cuán lejos estáis de vivir conforme vuestra religión os exige? (SANTO CURA DE ARS, Sobre el misterio).


4598 Oh, Señor mío, que si de veras lo conociésemos no se nos daría nada de nada, porque dais mucho a los que se quieren fiar de Vos! (SANTA TERESA, Camino de perfección,29,3).


4599 Aquel que después de ser menospreciado deja de hacer el bien que hacía, da a entender que actúa por el aplauso de los hombres; pero si en cualquier circunstancia hacemos el bien a los demás, tendremos una grandísima recompensa.

(5. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 43).


4600 Piensa lo que te plazca de Agustín, con tal de que la conciencia no me acuse delante de Dios. (5. AGUSTIN, Contra Secundino,1).

RESPONSABILIDAD

Responsabilidad apostólica


4601 Eres, entre los tuyos -alma de apóstol-, la piedra caída en el lago. Produce, con tu ejemplo y tu palabra un primer circulo. . . y éste, otro. . . y otro, y otro. . Cada vez más ancho.

¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 831).


4602 La enfermedad no puede curarse si no se toman los remedios necesarios. Es lo que el Apóstol Santiago quería hacer comprender a los primeros cristianos (cfr. Jc 1,23-26). De nada sirve diagnosticar el mal en el espejo de la conciencia individual y colectiva, si se olvida fácilmente o no se le quiere curar. Cada uno en la sociedad tiene sus responsabilidades sobre esa situación y, por tanto, cada uno está llamado a una conversión personal que es realmente una forma de participar en la evangelización del mundo

(JUAN PABLO II, Hom. Costa de Marfil,1 l-V-1980).


4603 Si los otros han perdido el sabor, pueden recuperarlo por vuestro ministerio; pero si sois vosotros los que os tornáis

insípidos, arrastraréis también a los demás por vuestra perdición. (S. JUAN CRIsÓsTOMO, Hom. Evang. S. Mateo,15).


4604 [. . . ] La responsabilidad de atender las vocaciones sacerdotales recae sobre todo el Pueblo de Dios. Constituye, sin embargo, un deber especial para los mismos sacerdotes, los cuales -con la oración, el testimonio de sus vidas, la predicación, la dirección espiritual, etc. -, pueden y deben fomentar el incremento de las vocaciones que la gracia de Dios no deja de suscitar en su Pueblo. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 61).

"El infierno está lleno de bocas cerradas"


4605 [. . . ] Resulta más cómodo -pero es un descamino- evitar a toda costa el sufrimiento, con la excusa de no disgustar al prójimo: frecuentemente, en esa inhibición se esconde una vergonzosa huida del propio dolor, ya que de ordinario no es agradable hacer una advertencia seria. Hijos míos, acordaos de que el infierno está lleno de bocas cerradas (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161).


4606 Acontece que hay algunos prelados poco prudentes, que no se atreven a hablar con libertad por miedo de perder la estima de sus súbditos; con ello, como lo dice la Verdad, no cuidan a su grey con el interés de un verdadero pastor, sino a la manera de un mercenario, pues callar y disimular los defectos es lo mismo que huir cuando se acerca el lobo. (S. GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2).


4607 ¿Habéis visto qué peligroso es callar? El malvado muere, Y muere justamente; muere por su culpa y por su mala conducta; pero la negligencia del mal pastor lo llevó a la muerte. El malvado hubiera podido encontrar en su pastor al pastor de vida [. . . ] pero, como su pastor era negligente, el malvado no pudo oir la voz de aquel que precisamente fue constituido prelado y vigilante para amonestar al pueblo; así el malvado murió con toda justicia, pero el prelado también recibirá el castigo merecido. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


4608 Se sabe con toda certeza que el silencio del pastor algunas veces le perjudica a él, siempre a las personas que le están encomendadas. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

Responsabilidad de quienes tienen el deber de formar y guiar


4609 El mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


4610 Cuando los sacerdotes son buenos, toda la Iglesia resplandece; pero si no lo son, toda la fe se debilita. De la misma manera que cuando ves un árbol que tiene las hojas amarillas conoces que tiene algún vicio en la raíz, del mismo modo, cuando veas un pueblo indisciplinado, debes comprender que sus sacerdotes no son buenos. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 14).


4611 La tarea del teólogo lleva, pues, el carácter de misión eclesial, como participación en la misión evangelizadora de la Iglesia y como servicio preclaro a la comunidad eclesial. Aquí se funda la grave responsabilidad del teólogo, quien debe tener siempre presente que el Pueblo de Dios, y ante todo los sacerdotes y futuros sacerdotes que han de educar la fe de ese Pueblo, tienen el derecho a que se les explique sin ambigüedades ni reducciones las verdades fundamentales de la fe cristiana [. . . ]. Debemos servir a los hombres Y mujeres de nuestro tiempo. Debemos servirles en su sed de verdades totales; sed de verdades últimas y definitivas, sed de la palabra de Dios, sed de unidad entre los cristianos". (JUAN PABLO II, Alocución a los teólogos. Salamanca, NI-1982).


4612 A los falsos maestros les domina el miedo de apurar la verdad; les desasosiega la sola idea -la obligación- de recurrir al antídoto doloroso en determinadas circunstancias.

En una actitud semejante -convencéos- no hay prudencia, ni piedad, ni cordura; esa postura refleja apocamiento, falta de responsabilidad, insensatez, necedad. Son los mismos que después, presas del pánico por el desastre, pretenden atajar el mal cuando ya es tarde. No se acuerdan de que la virtud de la prudencia exige recoger y transmitir a tiempo el consejo reposado de la madurez, de la experiencia antigua, de la vista limpia, de la lengua sin ataduras. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,158).


4613 Aquel que puede hacerme temer en el último día no me permite abandonarte; site abandonara en tu error, él me

increparía diciéndome: No recogéis las descarriadas ni buscáis a las perdidas. ¿Acaso piensas que te temeré más a ti que a él? Pues todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo.

Iré, por tanto, tras la descarriada, buscaré a la perdida. Lo haré tanto silo deseas como si no lo deseas (. . . ]. Mientras el Señor, el único a quien temo, me dé fuerzas, haré cuanto esté en mí mano. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre lospastores).


4614 La responsabilidad del Obispo es gravísima y, de no solventaría, el Salvador de toda la Iglesia le llamará a juicio. (ORIGENEs, Trat. sobre la oración,28).


4615 [. . . ] ¿Acaso no cura un médico que esté enfermo, aun cuando el trastorno que le aqueja sea crónico?; ¿le impedirá su enfermedad prescribir a otros enfermos la receta adecuada? Claro que no: para curar, le basta poseer la ciencia oportuna y ponerla en práctica, con el mismo interés con el que combate su propia dolencia. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161).


4616 Procurarán con diligencia, a la manera de un médico precavido, conocer todas las enfermedades que afligen a la Iglesia y que piden remedio, para poder aplicar a cada una de ellas el remedio adecuado.

Por lo que mira a estos remedios, ya que han de ser comunes a toda la Iglesia [. . . ], habría que fijar la atención primeramente en todos aquellos que están puestos al frente de los demás, para que así la reforma comenzara por el punto desde donde debe extenderse a las otras partes del cuerpo.

Habría que poner un gran empeño en que los cardenales, los patriarcas, los arzobispos, los obispos y los párrocos, a quienes se ha encomendado directamente la cura de almas, fuesen tales que se les pudiera confiar con toda seguridad el gobierno de la grey del Señor. (S. JUAN LEONARDI, Cartas a Pablo Vpara la reforma de la Iglesia).


4617 Soy obispo para vosotros, soy cristiano con vosotros. La condición de obispo connota una obligación, la de cristiano un don; la primera comporta un peligro, la segunda la salvación. (S. AGUSTIN, Sermón 340).


4618 No debemos perdonar esfuerzo alguno para que los niños, desde su más tierna infancia, sean educados en la verdad

de la fe cristiana y en una conducta conforme a la misma. Nada ayuda tanto a este objetivo como la asociación para enseñar la doctrina cristiana, y el confiar la instrucción catequística de los niños sólo a personas buenas y temerosas de Dios. (S. JUAN LEONARDI, Cartas a Pablo V para la reforma de la Iglesia).


4619 Al notar los menores síntomas del mal, sed sencillos, veraces, tanto si habéis de curar como si habéis de recibir esa asistencia. En esos casos se ha de permitir, al que se encuentra en condiciones de sanar en nombre de Dios, que apriete desde lejos, y a continuación mas cerca, y mas cerca, hasta que salga todo el pus, de modo que el foco de infección acabe bien limpio. En primer lugar hemos de proceder así con nosotros mismos, y con quienes, por motivos de justicia o de caridad, tenemos obligación de ayudar: encomiendo especialmente a los padres, y a los que se dedican a tareas de formación y de enseñanza. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,157).


4620 Pone el demonio mucho más empeño por un alma de éstas que por muy muchas a quien el Señor no haga estas mercedes; porque le puede hacer gran daño al llevar otras almas consigo [. . . l. (SANTA TERESA, Las Moradas, IV,3).


4621 Veréis a esotro muy caritativo, repartiendo muchas limos- 4621 nas, conmovido por las miserias del prójimo: muy buenas obras son ésas; pero deja que sus hijos crezcan en la mayor ignorancia, tal vez sin saber lo más esencial para salvarse. Vamos, amigo mío, sois un ciego; vuestras limosnas y vuestra consideración os llevan a grandes pasos al infierno. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la virtud).


4622 En la Iglesia hay muchos que, siendo cristianos pero sin ser prelados, llegan a Dios; ellos andan, sin duda, por un camino tanto más fácil y con un proceder tanto menos peligroso cuanto su carga es más ligera. Yo, en cambio, además de ser cristiano, soy obispo; por ser cristiano deberé dar cuenta a Dios de mi propia vida, por ser obispo deberé dar cuenta de mi ministerio. (S. AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

De los talentos recibidos


4623 Hay dos clases de campos, uno es el de Dios, el otro el del hombre. Tú tienes tu campo, Dios el suyo. Tu campo es tu tierra; el campo de Dios es tu alma. ¿Es justo que tú te ocupes de lo tuyo y dejes lo de Dios? [. . . ]. ¿Se merece acaso Dios que descuidemos nuestra alma, que él ama tanto? Tú gozas viendo bien cultivado tu campo. ¿Cómo no lloras viendo tu alma baldia? [. . . ]. Dios nos ha hecho el favor de confiarnos nuestra alma como propiedad suya que hemos de cultivar con todos nuestros cuidados. Pongamos manos a la obra con todas nuestras fuerzas, ayudados por la gracia de Dios, para que, cuando venga a visitar su propiedad, la encuentre bien cultivada y con todo perfectamente en orden; que encuentre mieses y no cardos, vino y no vinagre, trigo y no cizaña. (S. CESÁREO DE ARLES, Sermón 6).


4624 ¡Cuántos crímenes se cometen en nombre de la justicia!

-Si tú vendieras armas de fuego y alguien te diera el precio de una de ellas, para matar con esa arma a tu madre, ¿se la venderías?. . . Pues, ¿acaso no te daba su justo precio?. . .

-Catedrático, periodista, político, hombre de diplomacia: meditad. (J. ESCRIVÁ DE BALAGLIER. Camino, n. 400).


4625 No se juzgan las cosas del mismo modo en todos, sino que a conocimiento mayor corresponde mayor castigo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 114).


4626 Ninguno hay que pueda decir con verdad: No he recibido ningún talento, por lo tanto no estoy obligado a dar cuenta y razón de él. Pues uno recibe la inteligencia, y por este talento queda obligado a la predicación. Otro recibe bienes terrenales, y éste debe distribuir su talento de esos bienes. Otro no recibió ni la inteligencia ni bienes terrenos, pero aprendió el arte que profesa; a éste se le reputa como talento recibido su mismo arte. Otro nada de esto ha recibido, pero quizá mereció el trato de algún rico; éste, por lo tanto, recibió el talento de la familiaridad. Luego si no le habla en favor de los pobres, es condenado por la retención del talento. Luego el que tiene inteligencia procure no callar; el que tiene riquezas trate de no cansarse en las obras de misericordia; el que posee un arte o profesión trate muy principalmente de que su uso y utilidad redunde en provecho del prójimo. (S. GREGORIO, Hom. 9 sobre los Evang. ).


4627 Donde la ciencia es mayor, puede ser más grande la malicia. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1, p. 49).


4628 Cuando venga el juez exigirá a cada uno de nosotros tanto cuanto nos dio. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 9 sobre los Evang. ).


4629 José Carducci era profesor universitario en Bolonia. Fue a Florencia para ciertas celebraciones. Una tarde se despidió del ministro de instrucción pública: "No, dijo el ministro, quédese todavía mañana". -"Excelencia, no puedo, mañana tengo clase en la universidad y los chicos me esperan". -"Le dispenso yo". -"Usted puede dispensarme, pero yo no me dispenso". El profesor Carducci tenía verdaderamente un alto sentido tanto de la clase como de los alumnos. Era de la raza de aquellos que dicen: "Para enseñar el latín a John, no basta conocer el latín, sino que es necesario conocer y amar a John". Y también: "Tanto vale la lección cuanto la preparación". (JUAN PABlO 1, Angelus,17-IX-1978).

 

ROMANO PONTIFICE

Citas de la Sagrada Escritura

Era Andrés, el hermano de Simón Pedro, uno de los dos que oyeron a Juan y le siguieron. Encontró él luego a su hermano Simón y le dijo: Hemos hallado al Mesías, que quiere decir el Cristo. Le condujo a Jesús, que, fijando en él la vista, dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú serán llamado Cefas, que quiere decir Pedro. Jn 1,40-42.

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías u otro de los profetas. Y El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo Y Jesús, respondiendo, dijo:

Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos y cuanto atares en la tierra será ata do en los cielos, y cuanto desatare,, en la tierra será desatado en los cielos.
Mt 16,13-19.

Simón, Simón, Satanás os busca para acecharos como trigo; pero yo he rogado por ti para que no desfallezca tu fe, y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos. Lc22,31-32.

Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? El le dijo: Si, Señor, tú sabes que te amo. Díjole: Apacienta mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Si, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase: ¿Me amas? Y le dijo: Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: Apacienta mis ovejas. Jn 21,15-17.

Tú eres Pedro


4630 Es al mismo Pedro a quien se dijo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (
Mt 16,18). Por lo tanto, donde está Pedro, allí está la Iglesia; donde está la Iglesia, no hay muerte, sino vida eterna. (S. AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 12).


4631 Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo y todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo.

Verdad es que este poder fue comunicado también a los demás apóstoles y que este decreto constitutivo concierne igualmente a todos los que rigen la Iglesia; pero, al confiar semejante prerrogativa, no sin razón se dirige el Señor a uno solo, aunque hable para todos. Esta autoridad queda confiada de un modo singular a Pedro, porque él es constituido cabeza de todos los pastores de la Iglesia. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).


4632 Ignacio, llamado también Teóforos, a la Iglesia que ha sido objeto de la misericordia de Dios en la gloria del Padre y de Jesucristo su Hijo único, a la Iglesia amada e iluminada en la voluntad del que quiere todas las cosas que existen, según la fe y la caridad de Jesucristo Dios Nuestro; Iglesia, además, que preside en la región de los romanos; digna de Dios, digna de todo decoro, digna de toda bienaventuranza, digna de alabanza, digna de alcanzar todo cuanto desee, digna de toda santidad; que preside en la caridad, y tiene la ley de Cristo, señalada por el nombre del Padre, mi saludo en el nombre de Jesucristo, Hijo del Padre; a todos vosotros, romanos, qtie estáis unidos espiritualmente y corporalmente en la obediencia a todos sus mandamientos, llenos de la gracia de Dios, puros de toda apariencia de doctrina herética, os deseo en Cristo Jesús, nuestro Dios, todo bien y salud sin mancha. (S. IGNACIO DE ANTIOQUÍA. Carta a los Romanos,1).


4633 Tú eres Pedro, esto es: "Yo soy la piedra inquebrantable, yo soy la piedra angular que hago de los dos pueblos una sola cosa, yo soy el fundamento fuera del cual nadie puede edificar; pero también tú eres piedra, porque por mi virtud has adquirido tal firmeza, que tendrás juntamente conmigo, por participación, los poderes que yo tengo en propiedad".

Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del Infierno no la derrotarán. Sobre esta piedra firme -quiere decir- edificaré un templo eterno, y la alta mole de mi Iglesia, llamada a penetrar en el cielo, se apoyará en la firmeza de esta fe.

Los poderes del infierno no podrán impedir esta profesión de fe, los vinculos de la muerte no la sujetarán, porque estas palabras son palabras de vida. Ellas introducen en el cielo a los que las aceptan, hunden en el infierno a los que las niegan. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).


4634 Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo. Simón Pedro representaba a la Iglesia universal, que en este mundo es azotada por las lluvias, por las riadas y por las tormentas de sus diversas pruebas, pero, a pesar de todo, no cae, porque está fundada sobre piedra, de donde viene el nombre de Pedro. (S. AGuSTIN, Trat. Evang. S. Juan,124).


4635 Pedro por su naturaleza era simplemente un hombre; por la gracia, un cristiano; por una gracia más abundante, uno y a la vez el primero de los Apóstoles. (S. AGuSTIN, Trat. Evang. S. Juan,124).


4636 De entre todo el mundo, sólo Pedro es elegido para ser puesto al frente de la multitud de los llamados, de todos los apóstoles, de todos los Padres de la Iglesia; pues aunque en el pueblo de Dios son muchos los sacerdotes, muchos los pastores, a todos los rige Pedro, bajo el supremo gobierno de Cristo. Dios, amadísimos hermanos, se dignó conceder a este hombre una grande y admirable participación en su poder; y todo aquello que quiso que los demás jefes del pueblo tuvieran en común con él, se lo otorgó a través de él. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 4).


4637 Los bienaventurados apóstoles que fundaron y constituyeron esa Iglesia, confiaron después a Lino el oficio episcopal de gobernarla. Este Lino es el citado por Pablo en sus cartas a Timoteo. Le siguió Anacleto; tras él, en tercer lugar, después de los apóstoles, fue Clemente quien tuvo el episcopado: había conocido a los apóstoles, había hablado con ellos y tenía ante sus ojos la tradición, mientras aún resonaba la predicación apostólica; y no era él el único, porque sobrevivían muchos otros instruidos directamente por los apóstoles. Bajo Clemente tuvo lugar una rebelión no pequeña entre los hermanos que estaban en Corinto; la Iglesia de Roma escribió por eso una carta muy enérgica a los corintios, llamándolos a la paz, fortaleciendo su fe y proclamando la tradición recibida poco antes de los apóstoles [. . . ].

A este Clemente le sucedió Evaristo; y a Evaristo, Alejandro; después, en sexto lugar, fue constituido obispo Sixto; tras él, Telesforo, que tuvo un glorioso martirio. Después Higinio, Pío y Aniceto. A Aniceto le sucedió Sotero. Y ahora, en el duodécimo lugar, tras los apóstoles, es Eleuterio quien tiene el Episcopado. Por este orden y sucesión es como ha llegado hasta nosotros la tradición apostólica, la predicación de la verdad en la Iglesia. Se trata de una fortísima demostración de que es una e idéntica la fe vivificante confiada por los apóstoles a las iglesias, y la genuinamente conservada hasta hoy. (S. IRENEO DE LYON, Trat. contra las herejías,3).

Tiene la suprema potestad sobre toda Iglesia. Infalibilidad


4638 Esta infalibilidad con la que el Divino Redentor ha querido dotar a su Iglesia para definir la doctrina de fe o de costumbres se extiende tanto cuanto se extiende el depósito de la divina Revelación, que se ha de custodiar santamente y se ha de exponer con fidelidad. De esta infalibilidad goza, en virtud de su cargo, el Romano Pontífice, Cabeza del Colegio de los Obispos, cuando, como supremo pastor y doctor de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama una doctrina de fe o de costumbres con un acto definitorio (cfr.
Lc 22,32). Por eso, son llamadas justamente sus definiciones irreformables por razón de sí mismas, y no en virtud del consentimiento de la Iglesia, ya que se pronuncian con la asistencia del Espíritu Santo que se le prometió en la persona de 5 Pedro y, por lo tanto, no necesitan ninguna aprobación de otros ni admiten apelación alguna ante otro tribunal. El Romano Pontífice, en esos casos, no expresa su sentencia como persona privada, sino que, como maestro supremo de la Iglesia universal, en quien singularmente reside el carisma de la infalibilidad de la propia Iglesia, expone o defiende la doctrina de la fe católica. (CONC VAT. II, Const. Lumen gentium,25).


4639 Con un furor que dura siglos, los pueblos de Oriente continúan chocando entre si, y hacen trizas la túnica inconsútil del Señor, tejida de arriba abajo sin costuras. Raposas devastan la viña de Cristo; entre cisternas agrietadas y secas es difícil encontrar dónde está aquella fuente sellada, aquel huerto cerrado, de que habla la Escritura.

Por eso, he decidido consultar a la cátedra de Pedro, donde está aquella fe que exaltó la boca de un apóstol; y vengo a pedir alimento para mi alma, allí donde una vez recibí el vestido de Cristo.

No, ciertamente; ni la inmensidad del mar, ni la enorme distancia de la tierra han podido impedirme buscar la perla preciosa. Donde esté el cuerpo, allí se congregarán las águilas (
Lc 17,37). Cuando se ha disipado el patrimonio por unos hijos perversos, sólo en Vos se conserva intacta la herencia de los padres [. . . ].

Prescindiendo de lo que puede ser objeto de envidia, olvidando el esplendor de la altísima dignidad romana, yo quiero hablar con el sucesor del pescador, con el discípulo de la cruz.

No sigo más primado que el de Cristo; por eso me pongo en comunión con tu Beatitud, es decir, con la cátedra de Pedro. Sé que sobre esta piedra está edificada la Iglesia. Quien se alimente del Cordero fuera de esa casa es un impío. Quien no está en el arca de Noé, perecerá el día del diluvio. (S. JERÓNIMO, Carta al Papa Dámaso 2).


4640 El Señor se preocupa especialmente de Pedro, y ruega en forma particular por la fe de Pedro, como si la perseverancia de los otros estuviera principalmente garantizada siempre que no fuera vencido el ánimo del jefe. Por esto, en Pedro viene protegida la fortaleza de todos, y el auxilio de la gracia divina sigue en este orden: la firmeza que es dada por medio de Cristo a Pedro, es conferida a los demás apóstoles a través de Pedro. (S. LEÓN MAGNO Sermón 4).


4641 Te exhortamos, venerable hermano, a que aceptes con obediencia todo lo que ha escrito el santísimo Papa de Roma; porque el bienaventurado Pedro, que vive y preside en su propia sede, ayuda a los que buscan la verdad de la fe. Puesto que nosotros, en aras de la paz y de la fe, no podemos tratar temas que afecten a la fe sino en comunión con el obispo de Roma (S. PEDRO CRiSÓLOGO, Carta a Eutiques,

2).

En él vemos a Cristo. Amor al Papa


4642 El amor al Papa se remonta a los primitivos tiempos de la Iglesia. Conservémoslo cuidadosamente; es propio de almas santas. Pedro necesita ayudas para gobernar la Iglesia: la asistencia indefectible de Cristo y la plegaría humilde de todos los cristianos. (J. CHEvROT, Simón Pedro, p. 130).


4643 Simón, mí apóstol, yo te he constituido fundamento de la Santa Iglesia. Yo te he llamado ya desde el principio Pedro, porque tú sostendrás todos los edificios, tú eres el superintendente de todos los que edificarán la Iglesia sobre la tierra [. . . ]; tú eres el manantial de la fuente de la que mana mí doctrina [. . . ]; tú eres la cabeza de mis apóstoles [. . . ];yo te he dado las llaves de mi reino. (S. EFREN. Sermones para la Semana Santa,4).

Esta Iglesia Católica es romana. Yo saboreo esta palabra: ¡romana! Me siento romano, porque romano quiere decir universal, católico; porque me lleva a querer tiernamente al Papa, el dolce Cristo in terra, como gustaba repetir Santa Catalina de Siena, a quien tengo por amiga amadísima. [. . . ] Venero con todas mis fuerzas la Roma de Pedro y de Pablo, bañada por la sangre de los mártires, centro de donde tantos han salido para propagar en el mundo entero la palabra salvadora de Cristo. Ser romano no entraña ninguna muestra de particularismo, sino de ecumenismo auténtico; supone el deseo de agrandar el corazón, de abrirlo a todos con las ansias redentoras de Cristo, que a todos busca y a todos acoge, porque a todos ha amado primero.

(. . . ) El amor al Romano Pontífice ha de ser en nosotros una hermosa pasión, porque en él vemos a Cristo (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Lealtad a la Iglesia,4-VI-1972).


4645 En efecto, pese haber delegado a muchos pastores el cuidado de sus ovejas, no ha abandonado personalmente la solicitud de su rebaño amado. De su asistencia, fundamental y eterna, deriva también hasta nosotros el apoyo del apóstol Pedro, cuya misión no puede ser minusvalorada. La solidez de este fundamento sobre el que se edifica la Iglesia entera, en toda su extensión, jamás se ha cuarteado, por grande que sea la mole del templo construido sobre él. La solidez de la fe que alabamos en el Príncipe de los apóstoles es perpetua; y como dura para siempre esa fe de Pedro en Cristo, también dura para siempre lo que Cristo estableció en Pedro. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 3).


4646 ¡No durmamos más, desechemos el sueño de la negligencia, porfiando con humildes y continuas oraciones por el Cuerpo Místico de la Santa Iglesia y por el Vicario de Cristo! ¡No ceséis de rezar por él; que Dios le dé luz y fortaleza para resistir los golpes de los demonios encarnados, amadores de si mismos, que quieren contaminar nuestra fe! ¡ Es tiempo de llorar! (SANTA CATALINA DE SIENA, Carta 316, II,456).